
Miguel Solís ante un ejemplar de la 3ª edición de "La Hestoria d'Avilés"
El martes, día 25 de mayo, Miguel Solís Santos presentó, en el Club de Prensa de La Nueva España, su último libro, "Sabugo, el Barrio Marinero de Avilés durante el Antiguo Régimen", Premio Padre Patac 2009.
Con el amor y la pasión que siente por su barrio, Miguel Solís, realizó un paseo por los capítulos de su libro en el que desvela la historia de un poblamiento cuyos orígenes se remontan a la Prehistoria y que tuvo un gran papel en el desarrollo de esta Villa hasta que comenzó su declive económico y social y fue absorvido, en calidad de barrio, a Avilés.
Barrio de Sabugo y Cai del puerto Sabugo-Avilés en el s XIX, según Miguel Solís
Junto con los datos sobre las muertes, nacimientos, testamentos, costumbres o vicisitudes, Solís, relató alguna de las muchas anécdotas que ha atesorado a lo largo de estos años escudriñando en los archivos históricos y parroquiales. Por ejemplo, que las sabugueras fueran, durante el siglo XVII las que administraban el patrimonio familiar, "no por un brote de feminismo" -según explicó Solís- si no por las largas ausencias del pater familias"; o que fumaran, cuando fumar estaba peor visto que ahora; o que el insigne dramaturgo Francisco Bances Candamo, "sintiera la llamada del deseo sexual con más ardor del que sentía la llamada divina" y fuera padre de una niña.
Junto con los datos sobre las muertes, nacimientos, testamentos, costumbres o vicisitudes, Solís, relató alguna de las muchas anécdotas que ha atesorado a lo largo de estos años escudriñando en los archivos históricos y parroquiales. Por ejemplo, que las sabugueras fueran, durante el siglo XVII las que administraban el patrimonio familiar, "no por un brote de feminismo" -según explicó Solís- si no por las largas ausencias del pater familias"; o que fumaran, cuando fumar estaba peor visto que ahora; o que el insigne dramaturgo Francisco Bances Candamo, "sintiera la llamada del deseo sexual con más ardor del que sentía la llamada divina" y fuera padre de una niña.
Sin embargo, hemos de decir, no sin orgullo, que una semana antes de su presentación oficial a la Villa de Avilés de su última y premiada obra, Miguel Solís estuvo en nuestro CPR para hablarnos de la historia de Sabugo y también de su libro.
Es de esta sesión de la que queremos rescatar un hecho que desconocíamos y que nos ha sorprendido gratamente: la gran pintora surrealista Maruja Mallo vivió y estudió en Avilés.
La casa en la que vivió Maruja Mallo es la 3ª por la derecha
Habitó en una casa de la calle Emile Robín, perteneciente al barrio de Sabugo y estudió en la Escuela de Artes y Oficios.


Una de las obras de Maruja Mallo
Lo que nos extraña es que no haya, ni en Avilés ni en Sabugo, un solo rastro de su paso por estas tierras: ni una placa en la casa en la que vivió, o en el centro en el que inició sus estudios, y donde expuso su obra por primera vez, ni una calle dedicada a su nombre.
Lo que nos extraña es que no haya, ni en Avilés ni en Sabugo, un solo rastro de su paso por estas tierras: ni una placa en la casa en la que vivió, o en el centro en el que inició sus estudios, y donde expuso su obra por primera vez, ni una calle dedicada a su nombre.
Desde aquí nos gustaría pedir al Exmo. Ayuntamiento que tuviera en cuenta a esta excepcional pintora cuando tenga que poner nombre a alguna nueva calle o plaza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario